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Diario de Road Trip a Canadá: Ruta por el Lago Saint Jean

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Hoy comenzamos la ruta en Alma y la idea es bordear el Lago Saint Jean, desde luego uno de los lagos más grandes que nosotros hemos visto, de diámetro (en carretera), con 256 Km. Lo primero que hacemos es acercarnos a la oficina de información turística de Alma donde una amable señora que hace sus esfuerzos para hablar en inglés, sí, aun nos sorprende que este no sea el idioma principal, nos entrega un mapa y nos da una serie de recomendaciones.

Ruta por el Lago Saint Jean

Os vamos a explicar las paradas que realizamos nosotros, aunque hay infinidad de maneras distintas de hacer la ruta. Incluso se puede realizar en bicicleta, y por lo que hemos visto es bastante popular, nos habría gustado mucho porque se ven unos paisajes muy bonitos pero para ello se necesita tiempo, y aunque estamos encantados con la zona tenemos otras muchas que visitar, así que no podemos dedicarle el tiempo que se merecería, aunque creemos que vale mucho la pena.

Playa del lago Saint Jean en el parque Nacional
Playa del lago Saint Jean en el Parque Nacional Pointe Taillon

Alma

Aquí iniciamos nosotros la ruta, ya que veníamos desde el fiordo de Saguenay | Tadoussac. Alma es unas las localidades más grandes que os encontraréis en la ruta. Es cierto que tiene un museo que parece interesante aunque está muy centrado en la electricidad y no era lo que más nos apetecía ver, dado que llevábamos el tiempo justo nos dirigimos directamente al siguiente punto.

Parque Nacional Saint-Henri-de-Taillon

Este es otro de los 24 parques nacionales de la región de Quebec, la diferencia con otros en los que hemos estado es que este tiene una extraordinaria playa, que más parece una playa del mediterráneo que de un lago. Otra de las principales características es que es de los más pequeños de la provincia, pero no tiene acceso de rutas en coche; es decir, sólo puedes hacer senderos en bicicleta (allí las alquilan por 14 CAN$ la hora o 27 CAN$ por 4 horas) o a pie, y aunque el sendero es corto, unos 32 Km. siguen siendo 32 km que hacer por tus propios medios, así que necesitarás algo de tiempo.

Alquiler de bicicletas en el Parque Nacional
Alquiler de bicicletas en el Parque Nacional

Una vez más, si pretendes que la ruta sea de un día, vemos complicado que te merezca la pena pagar los 8,50 CAN$ que vale la entrada al parque nacional (es un precio estándar en todos los parques) para una hora, a no ser que lo que quieras sea darte un chapuzón en el lago y disfrutar un poco del sol. En nuestro caso, nos dejaron acceder para informarnos y determinar qué íbamos a hacer, así que pudimos ver la playa y constatar que no podíamos dedicarle todo el tiempo que queríamos. Si los precios del alquiler de la bicicleta hubieran sido más asequibles, quizás le habríamos dedicado una hora a hacer parte del sendero.

Peribonka

Este es un pequeño pueblo que destaca por tener un paseo que discurre bordeando el lago, así que es un buen lugar para parar a contemplar el lago desde uno de los bancos de este paseo y relajarse con las vistas. Como no hay que desviarse para llegar aquí por ninguna carretera secundaria, ya que la Ruta 169 es la principal que hemos estado siguiendo y no debemos dejarla al pasar por Peribonka.

Sainte-Jeanne-D’Arc

Para nosotros el descubrimiento de esta ruta, y desde luego el punto que más recomendamos, sobretodo porque hay que desviarse algunos kilómetros, todos y cada uno de ellos valen la pena. En este pintoresco pueblo agrícola encontraréis 3 atractivos, al menos son los que encontramos nosotros.

Puente cubierto

Si ayer nos topamos con nuestro primer puente cubierto, hoy descubrimos un segundo puente cubierto aun más espectacular que el de ayer. Esta zona, al estar llena de lagos y ríos debe poseer un gran número de este tipo de puentes tan populares a principios del siglo pasado, y a nosotros nos encanta. En concreto este puente se llama Rouge, ya que ese es su color y destaca por encima del otro por varios motivos, el primero es evidentemente por el color, ya que contrasta de forma espectacular con el cielo azul, el segundo motivo es que no es tan conocido como el anterior y seguramente lo verás a solas, y eso… mola mucho!

Puente cubierto
Puente cubierto

El viejo molino

Se trata en realidad de una vieja granja, con un molino al lado (aparentemente abandonado, pero es que ya no se utilizan). La visita exterior es abierta, y puedes hacer todas las fotos que quieras, pero si quieres también puedes pagar por un tour en el que te enseñarán cómo se vivía a principios del S. XX en esa zona, ya que la granja conserva su antigüedad y todo está ambientado para que sientas que has viajado en el tiempo. Incluso las guías están vestidas como antaño. La visita son 5 CAN$.

Molino VIejo
El Viejo Molino

Los graneros a los lados de la carretera

En realidad, esto es algo que se repite en toda la ruta, llevad cargada la batería de la cámara o del móvil porque la vais a utilizar mucho. Son imágenes que, al menos a nosotros, nos encantan y no nos cansaríamos de contemplar y de fotografiar, sobretodo cuando el cielo está de tan buen humor y cada fotografía muestra las nubes en un capricho diferente. Sencillamente espectacular, el granero, las nubes, el cielo azul, y el campo hasta más allá del horizonte. Tenéis que venir y verlo con vuestros propios ojos.

Granja
Granja de Canadá

Saint Félicien

Ya hemos rebasado el meridiano del lago, y ahora nos encaramos hacia el sur de Canadá, dejamos el norte y comenzamos a bajar cumpliendo, de momento, con nuestro itinerario inicial. En Saint Félicien encontramos una especie de zoo salvaje, aunque la traducción más correcta sería reserva (también hay parte de zoo tradicional). En esta reserva el plan es que un tren en el que estás enjaulado te lleva por las montañas de la reserva para ver los animales que habitan usualmente estas tierras, es decir osos negros, alces, caribúes, lobos grises, bisontes americanos, perritos de la pradera…

osos en saint feliciene
Osos en Saint Feliciene

Lo que nos gustó es que en realidad estos animales están en libertad, o semi-libertad, ya que eres tú el que va enjaulado para verlos, no interactúas con ellos para nada, ni invades su espacio ya que tú vas en todo momento por un camino. El trayecto dura una hora, y además hay varias zonas que recrean diferentes momentos de la colonización del hombre, de cómo vivían en la época colonial, y también de cómo vivían las tribus americanas nativas. Es una visita interesante, aunque en francés, pero la recreación está muy lograda.

Saint Feliciene
Recreación de la antigua vida canadiense

La verdad es que vimos un gran número de osos, suponemos que eso debe querer decir que hay muchos, y no sabemos hasta qué punto es del todo bueno, investigaremos más para poder contároslo bien y definir si entra dentro de unos estándares de turismo responsable. Por lo que vimos a nosotros nos pareció que así era. No así la parte del zoo, que básicamente es eso… un zoo, algo de lo que estamos en contra, y por eso no lo visitamos.

Roberval

Lo más destacable que admirar en Roberval es el puerto (o Marina como aquí lo llaman) sobretodo si os acercáis a la hora en que el sol empieza ya a caer, momento en que los barcos se reflejan en las aguas del lago… una imagen muy bonita.

Roberval puerto
Puerto de Roverval

Chambord

De Chambord quizás lo más interesante sea el pueblo de Val-Jabert. Es un pueblo que recrea el año 1927 con todo lujo de detalles. Sí, sabemos que estáis pensando que aquí les encanta recrear esta época, nosotros también lo hemos comentado. Pero estas cosas nos encantan, y de no haber sido porque ya no quedaba disponibilidad de alojamiento (sí! también te puedes quedar a dormir en este pueblo fantasma que hoy es una especie de parque de atracciones), os habríamos podido explicar con todo lujo de detalles cómo es dormir en el año 1927, así que pendiente queda para que nos lo expliquéis vosotros a nosotros.

Herbertville

Este es el último punto de nuestra ruta, y donde nos quedaremos a dormir (a unos poco km de Herbertville en realidad. Junto con el tramo de Saint Jeanne d’Arc es de lo más espectacular en esta ruta. Una vez más, los paisajes a ambos lados de la carretera de los innumerables graneros de colores, unos abandonados claramente derruyéndose y otros en activo, es algo hermoso de ver.

muelle atardecer
Muelle de Herbertvile

Y por último, donde nos alojamos hoy… ha sido una de esas carambolas que a veces ocurren, hemos buscado con booking un alojamiento cercano (el camping lo dejamos para los próximos dos días, ya os contaremos) y el único que tenía disponible una habitación era este, ya el nombre nos ha llamado la atención Gité du Pont Flottant. La casa es bonita, confortable, la típica casa del lago que uno se imagina, dueños agradables y vistas espectaculares. Pero los alrededores son de dejarte sin aliento… Ya no estamos al lado del lago Saint Jean, ahora estamos frente a un pequeño lago, el Kénogamichiche, mucho más pequeño, pero como las cosas más sencillas, mucho más espectacular. El muelle, el columpio el atardecer dieron el toque final a uno de los mejores días de este Road Trip a Canadá.

Reflexión Diaria

Nosotros hemos optado por hacer esta ruta durante un día, no creíamos que nos fuera a resultar tan espectacular y tan interesante, si lo supiéramos de antemano le dedicaríamos al menos dos días, ya que hay varios lugares en los que no hemos podido parar por falta de tiempo y que nos habría gustado.

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