Amar en tiempos viajeros

Si nos lees habitualmente, hoy te vas a sorprender porque hemos preparado un post muy especial que trata sobre el amor durante un gran viaje, y por ello hemos creído que sería genial aportar muchas más opiniones aparte de la nuestra, hacía tiempo que queríamos pedir a algunas de las parejas viajeras que más seguimos que nos contaran su particular visión sobre el amor mientras uno está on the road, y este resulta el momento perfecto. En este caso quisimos pedir a estos amigos viajeros que han compartido bastantes meses de su vida de viaje -en el que se comparte todo de una manera más intensa- que nos contaran su historia, anécdota o razón por la que en un viaje así, uno se vuelve a enamorar de la persona con la que comparte su vida.

Tu compañer@ de viaje puede ser tu aliado y tu enemigo ¡ambos a la vez! Todos conocemos las ventajas de viajar sol@ pero… qué hay de viajar con esa persona especial que comparte todos tus momentos de felicidad, aunque también te ve hundid@… que te ve alegrarte con tus éxitos… pero que también te ve fracasar. En definitiva, puede parecer que viajar en pareja es fácil, pero nosotros damos fe de que la vida de viaje, si bien es pura felicidad -lo cual hace que todo sea más llevadero-, también está llena de inseguridades, dudas y momentos críticos que determinan si estáis o no hechos el uno para el otro. Sin duda, todas las parejas viajeras que nos han hecho hueco para contarnos con sus palabras sus experiencias cumplen eso de “Contigo al infinito… y más allá” Así que, sin más dilación, aquí los expertos en el amor durante un gran viaje…

Parejas viajeras nos hablan sobre el amor en un gran viaje

Ahora toca viajar Cris & Alex

Latinoamérica fue el viaje de unos recién casados en busca de una nueva vida. Dice Cris que se enamora más de Álex, cuando éste le viene con sus ideas locas y mundos fantásticos, como perseguir a escritores muertos por todo el mundo y lugares que aparecieron en algún libro.

Dice Álex que se enamora más de Cris, cuando ella le viene con combinaciones rocambolescas de viajes a lo Phileas Fogg, saltando de un autobús a otro sin dormir, y luego a un barco y a un tuk-tuk y lo que haga falta. Con amor fue como superamos situaciones difíciles y vivimos momentos de alegría, así que ¿Cómo no volver más enamorados después de la experiencia?

Algo que recordar Lucy & Rubén

En “algo que recordar” llevamos siendo Rubén y Lucy como pareja casi 5 años y medio.  Nos conocimos por trabajo, aunque empezamos a hablar de viajes casi desde el primer día. Recordamos especialmente una conversación que tuvimos, en una cena de fin de rodaje en la que coincidimos juntos en la mesa y en la que no paramos de hablar sobre el sueño que desde hacía tiempo teníamos de dar la vuelta al mundo.  El viaje de cada uno no podía ser más antagónico al del otro. No había coincidencia ni en destinos,  ni en presupuesto, ni en manera de viajar.

1 año y medio después nos convertimos en pareja y decidimos hacer nuestro primer viaje juntos a Vietnam y Camboya donde además rodamos “El Síndrome del Eterno Viajero”. Ese viaje fue totalmente revelador sobre cual era el papel de cada uno y sobre que en la ruta y en la vida hacemos un buen equipo.

Dos mochilas en ruta Cris & Carlos

Viajar en pareja es aprender el uno del otro, es saber ser flexible y amoldarse en cada momento, aunque por nuestra parecida manera de pensar, esto nos resulta muy fácil. Es tener plena confianza y disfrutar con esa persona, ya que es la única que va a seguir todo ese largo viaje contigo.

Es cuidarse mutuamente. Al estar lejos de casa, y supuestamente estar fuera de “la zona de confort”, te preocupas mucho más por el bienestar de la otra persona. Es disfrutar solo con el hecho de saber que la otra persona está disfrutando tantísimo como tú de esta enorme experiencia y ver día a día que es feliz haciendo lo que hace. Es compartir tus sueños y hacerlos realidad.

Estem de vacances Txell & Xavi

Si somos sinceros, el mar no nos atraía lo suficiente para pensar en pasar las vacaciones de todo un año en un destino de palmeras y aguas cristalinas donde zambullirnos en busca de pequeños nemos y demás peces de colores. Nuestro gran viaje supuso un antes y un después. Antes de dar la vuelta al mundo éramos unos amantes de las montañas, nos gustaba destinar los fines de semana de verano a subir montes y respirar aire puro, algo así como renovarse por dentro tocando de puntillas al cielo, y es cierto que todavía nos gusta hacerlo. Pero fue durante nuestro gran viaje cuando descubrimos el mundo submarino, y más bien fue Txell quien quiso descubrirlo y, aunque al principio Xavi era un poco más reacio en el tema, la siguió. Por algo se caracteriza Txell y es por su persistencia en luchar por aquello que le gusta y convencer a Xavi que es mejor probarlo que arrepentirse de no haberlo hecho.

Sin más, en Tailandia nos sacamos el Open Water de Padi y tras el Open Water vino el Advance y allí paramos porque nos hubiéramos quedado a vivir a Tailandia y quién sabe… nuestro viaje siguió por todo Asia y aquello era un universo paralelo al que ya conocíamos, fue nuestro gran descubrimiento y nuestra historia de amor particular. Un gran viaje a veces sirve para separarse o para darse cuenta que aquella persona que tienes al lado es tu otro yo, es aquella alma que deambula por el mundo y te pertenece. Ese otro yo somos nosotros, y no hay nada más mágico en el mundo que dejarse llevar un poco por los impulsos del otro yo, así es como los dos descubrimos nuestro amor compartido por otro de los hobbies que hasta el momento desconocíamos.

La Gaveta Voladora Yolanda & Marcos

Dicen que un viaje largo marca un antes y un después en las relaciones. Incluso hay quien afirma que o te separan o te unen para siempre. Tras estar 313 días de viaje alrededor del mundo hemos de decir que aquí seguimos porque sí, viajar en pareja para nosotros fue un placer. Antes de esta gran aventura alrededor del Mundo ya habíamos viajado juntos, siempre en  periplos cortos de una semana, varias semanas a veces, incluso, casi un mes.

A nosotros el viaje nos unió muchísimo. Tan solo necesitábamos una mirada para saber lo que estaba pensando el otro. Naturalmente en esas 313 jornadas hay días de silencio, momentos en los que cada uno necesita su espacio, ratitos de soledad… pero siempre al final del día se busca la mirada cómplice y la sonrisa del otro por estar cumpliendo un sueño.

En un viaje de este tipo conoces mucha gente por el camino que se unen a tu ruta pero que acaban separándose por el camino. Te das cuenta que no es fácil viajar con todo el mundo, confirmas que tu compañer@ es la persona ideal para ti y que sin ella nada sería igual. Desde ese viaje no sabemos si seríamos capaces de viajar con otra persona.

Marcando el Polo Dani & Jota

Viajar en pareja no es fácil, pero cuando se hace con la persona correcta, es una de las cosas que más fortalecen la relación. Hay que tener en cuenta que son días muy intensos, donde se pasa día y noche juntos, y suceden situaciones que nos ponen al límite constantemente.

Nosotros no vivíamos juntos antes de salir de viaje, así que el desafío fue doble. Uno tiene que aprender a adaptarse al otro y a lograr un balance entre lo que uno quiere y lo que cede.

Mochiadictos Tamara & Fran

Nuestro momento romántico, se convirtió en romántico por la situación y más bien ahora es divertido, ya que se ríen de nosotros cada vez que se lo contamos a alguien. Pasó hace sólo un mes, estábamos en Taiwan, era nuestra primera mañana en Taipei, y estábamos desayunando sentados en el sofá del apartamento que habíamos alquilado. Para poneros en situación, he de explicar que Fran, tiene la manía de mover la pierna cuando está sentado, es una manía que a mí me saca de quicio 🙂 🙂

De repente empieza a mover la pierna y le digo: “Tío, para con la pierna” a lo que me comenta “No soy yo” miramos al techo, teníamos una lámpara encima que se movía como loca, toda la casa temblaba, estábamos viviendo nuestro primer TERREMOTO en Taiwan (digo primero porque después fueron varios mas). Ahí empieza nuestra momento romántico-divertido, nos abrazamos como si fuera la última vez que íbamos a hacerlo en nuestra vida, diciéndonos lo mucho que nos queríamos y bla bla bla, así durante los dos o tres minutos que duró el temblor. Durante todo el mes que pasamos en Taiwan, cada vez que se lo contábamos a alguien se moría de risa, aunque nosotros no le vemos la gracia 😉

Mochileando por el mundo Lety & Rober

La verdad es que viajamos juntos desde que nos conocimos. Al principio eran viajes cortos, de fin de semana, unas vacaciones a la playa o algo así… luego ya llegaron los viajes largos: 9 meses en Asia, 4 en India, 9 en Nueva Zelanda y la vida en pareja se transformó en la vida en viaje en pareja.

A veces es difícil porqué estar 24 horas con la misma persona, puff, haría perder los nervios hasta al Papa y más difícil aún es valorar algo que tienes al lado constantemente. Pero el otro día lo vi claro: cuando un puñetero caza rompió la barrera del sonido y, en mi cabeza, ya podía ver como un enorme asteroide estaba a punto de destrozar la planta de albahaca que acabamos de plantar (y de paso la humanidad), me agarré fuerte al brazo de Rober… creo que esto es amor (o una chica muy cagada y poco racional).

Mola Viajar Gosi & Adri

Antes de iniciar nuestro gran viaje nos dijeron que si das la vuelta al mundo con tu pareja y al volver sigues con ella es para toda la vida. En un viaje de este tipo pasas de ver a tu pareja unas horas al día a estar todo el día con él/ella y en ocasiones en situaciones nada cómodas, es decir, cargando la mochila de 15 kilos a 30 grados de temperatura, haciendo autoestop, buscando alojamiento barato, pasando 10 horas encerrado en un bus petado de gente… no son situaciones fáciles en una relación pero son momentos y aventuras únicas para pasar en pareja, que a la vuelta del viaje te aportarán miles de historias juntos y momentos mágicos que serán imborrables en vuestra historia de amor.

Para nosotros vivir todo esto sin habernos “matado” nos hizo ver que estamos hechos el uno para otro y, hoy en día podemos pasarnos horas y horas hablando de la experiencia por el mundo en pareja, momentos buenos y momentos malos pero siempre unidos por lo mismo, las ganas de conocer mundo juntos y vivir experiencias únicas cada día. Viajar tanto tiempo con una mochila hizo que nos conociéramos mejor y supiéramos que queremos estar toda la vida juntos viviendo este tipo de experiencias.

Nuestro Diario de Aventuras Alexandra & Guillem

“¿Y qué tal entre vosotros? Eso de estar todos los días juntos durante tanto tiempo… Al final tiene que ser pesado ¿no?”

Cuando regresamos a casa después de dar la vuelta al mundo, casi todos los amigos nos plantearon esta pregunta. Algunos la soltaron a bocajarro nada más vernos y otros buscaron un momento de intimidad con uno de los dos esperando una confesión sobre el sinfín de problemas de convivencia que había provocado la experiencia. Sin embargo, estuviéramos juntos o separados, nuestra respuesta siempre fue la misma: “¿Entre nosotros? Pues bien, la verdad es que muy bien”, rematada inevitablemente con una sonrisa de satisfacción imposible de reprimir.

Evidentemente, este fue para nosotros el viaje del amor. De hecho, fue nuestra luna de miel porque nos casamos el mes antes de irnos. Los dos habíamos hecho viajes largos en solitario anteriormente y no nos apetecía nada repetir experiencia. Por otra parte, acabábamos de regresar de un viaje de 4 meses de mochileros por los Estados Unidos y Canadá, así que sabíamos de sobras que podíamos afrontar el reto de convivir 24 horas al día y 7 días de la semana con total garantía. Todo nos encajaba. Este tenía que ser un viaje para compartir en pareja.

Quaderns de Bitàcola Eric & Cèlia

En el ecuador de nuestra vuelta al mundo, llegamos justo antes de Navidad a Kuala Lumpur, Malasia. Un buen día por la mañana, Enric me dijo que me tenía que comprar un vestido y zapatos para ponerme guapa porque íbamos a ir a un lugar de etiqueta, pero no me dijo dónde ni cuando. Él también se compró una camisa y zapatos de su número (que le costó horrores encontrar). Justo el día de Navidad me dijo que ese era el día que nos teníamos que vestir bien y que íbamos a hacer una ruta por Kuala Lumpur, visitando primero la KL Tower, desde donde se ven unas magníficas vistas de la ciudad y de las Torres Petronas.

Por un día, dejamos a un lado nuestra ropa de montañeros-vuelta al mundo y nos pusimos guapos. Al subir al piso más alto de la torre, me di cuenta que había reservado una mesa para comer en el restaurante que tiene vistas 360º y que mientras estás sentada puedes ir viendo toda la ciudad porque toda la planta va rotando sobre su eje en un movimiento muy lento. ¡No hace falta decir que fue un día especial y romántico que recordaremos siempre!

Salta Conmigo Sara & JAAC

He aquí una de las parejas menos románticas de la blogosfera viajera: si buscas demostraciones de cariño de parejita enamorada no las encontrarás pero… ¡tampoco intentes separarnos! Muchos años de viajes juntos y un año viajando por Sudamérica y la Antártida y pasando las 24 horas casi pegados han sido la prueba de fuego: ¡no sabríamos viajar por separado! Bueno, sí sabemos, y lo hemos hecho, pero siempre pensamos “esto le habría gustado a Sara/JAAC”, “con esto se habría reído”, “a éste le habría matado” (eso lo pensaría JAAC de Sara)…

Las experiencias, buenas y malas, que traen los viajes no son igual de intensas si no las compartes y, puestos a compartirlas, que sea con alguien que quieres. ¡Que viva el amor viajero!

Solo Ida & Mochila Nómada Claudia & Jairo

Para nosotros el amor surgió de una forma especial, durante un gran viaje. Viajábamos solos por separado, nos encontramos y desde ese momento no nos separamos. La verdad es que a mí (Claudia) aún me parece increíble que esto ocurriese. En anteriores ocasiones había viajado en pareja y en algún momento nos acabábamos tirando los trastos a la cabeza, ya que la convivencia puede llegar a ser algo difícil cuando se está las 24 horas del día juntos.

Sin embargo, con Jairo todo ha sido muy sencillo desde el principio. Nos conocimos de la manera más “pura” e iniciamos una vida en pareja desde 0 sin saber mucho el uno del otro. Si ya nuestros días viajando eran especiales, el hacerlo enamorándote de otra persona ha sido increíble. Aunque los dos estábamos muy a gusto viajando en solitario, creo que nos complementamos a la perfección. Él es más tranquilo, yo soy más nerviosa y eso nos ayuda a superar muchos baches pero, además, a los dos nos encanta reír y bromear, así que nunca nos aburrimos. Desde Filipinas hasta Brasil, ¡nos queda mucho por delante juntos!

The Patitas en el Mundo Marta & Marina

30 días después de comenzar una tímida relación, nos lanzamos a la aventura por Senegal, Gambia y Malí sin más preparación viajeril que nuestro recién estrenado pavo amoroso en todo su esplendor.

Pasado aquel primer viaje en el que nos descubrimos sin vacilar aquellas cosas que tardas años en mostrar a tu pareja (no nos hagáis ser escatológicas… pero todo lo que se os ocurra se queda corto) viajar durante casi dos años con nuestra relación consolidada, y el pavo del comienzo transformado en amor sin más, fue la manera más bonita de darnos el sí, te quiero como compañera de vida.

Viviendo de Viaje Tania & David

Nuestra historia de amor empezó en un gran viaje, estábamos predestinados a ser una pareja viajera! Allá por el 2009 David y yo (Tania) éramos compañeros de clase, a los dos nos dieron una beca para estudiar inglés en el extranjero y ¡nos fuimos juntos nada menos que a Los Angeles!

Nuestro primer viaje fuera de España empezaba a lo grande, sin saber que, además, iba a ser tan importante para nosotros, tantas horas juntos hicieron que volviésemos siendo algo más que amigos. Después vinieron más y más viajes, ¡con vuelta al mundo incluida! Estamos compenetrados al 100% y ya no nos imaginamos viajar el uno sin el otro.

Viviendo por el Mundo Erika & Iván

Mucha gente, incluidos nuestros amigos, nos preguntan a menudo si no nos cansamos el uno del otro por llevar tanto tiempo viajando y sin separarnos nunca. ¿Cuál es nuestra respuesta? Pues que llevamos más de 550 días sin separarnos en ningún momento y que nos encanta. No tenemos en ningún momento la necesidad de separarnos para estar a solas aunque sólo sea unas horas… es un sentimiento difícil de describir.

Ya llevamos unos cuantos años juntos, y conviviendo en pareja desde mucho antes a este viaje, pero esta aventura ha hecho que si ya antes estábamos unidos ¡ahora lo estamos mucho más! Se nos hace imposible imaginarnos la vida uno sin el otro. Somos dos mitades que juntas forman algo muy bonito que se llama FELICIDAD. Puede sonar cursi o ñoña… pero cuando estás con el amor de tu vida, todo lo que vives durante un viaje tan largo te une para siempre.

Conclusiones

Bueno, y nuestra opinión no puede estar más en línea que lo que ya han comentado todos nuestros compañeros, para nosotros fue la experiencia de nuestra vida y volvimos a enamorarnos el uno del otro, esta vez con una visión mucho más amplia de la otra persona, con todas sus debilidades y con todas sus virtudes. En situaciones límite y en un área fuera de tu confort a veces la persona que creías conocer se convierte en una persona a la que admirar aún más… Viajar en pareja mola, como ya advertimos hace un tiempo 🙂