Hace más de un año que se acabó nuestra aventura por el mundo, algunos podrán pensar que no es para tanto, otros optarán por vernos como dos almas que no superaron nunca su vuelta a la realidad, y luego estarán aquellos que piensan que si lo hicimos una vez, ¿por qué no dejamos de quejarnos y volvemos a ponernos las mochilas al hombro?
Muchos son los que al conocer nuestra historia, que pasamos un año de nuestra vida viajando, dando la vuelta al mundo por aquello de hacerlo más romántico, tienen curiosidad por saber las razones que nos impulsaron a hacer un viaje de este calibre, por conocer de primera mano las sensaciones que esta experiencia causó en nosotros, también sobre cómo pudimos sustentarnos durante ese año sin recibir ingresos, etc… pero pocos son los que preguntan por qué volvimos, y sobretodo qué hacemos aquí de nuevo y por qué no volvemos a marcharnos.
A todos ellos les daríamos los 4 motivos por los que nos volveríamos a ir y la razón que nos lo impide
4 Motivos porque dar la vuelta al mundo
Allá van esos cuatro motivos, el orden no es significativo, todos son igual de buenos.
1. Felicidad
Damos paso al primer motivo, y casi que incluso podría ser el único necesario por el que volveríamos a dar aquel paso que nos hizo fuertes un día para hacer lo que hicimos. Felicidad en estado puro, ni más ni menos. ¿Y cuál es la definición de felicidad? os preguntaréis algunos… es cierto que para nosotros significa un retorcido enjambre de incomodidades, penurias, mal comer, inseguridad y un sinfín de palabras con connotaciones peligrosas para la mayoría, que sin embargo para nosotros suena a música celestial en nuestros oídos ¿por qué? porque nos llevan directamente al motivo número 2.
La felicidad la halla cada uno allí donde la debe encontrar, que nosotros seamos felices viajando de esta manera no quiere decir que sea el único modo de ser feliz, estos son nuestros motivos, nuestra vida, que algunos comparten y entienden pero que muchos otros no. Estos no acaban de comprender ni una palabra de lo que decimos. No entienden nuestros suspiros en la oficina un día más, grisáceo, sin color, sin cambios, igual… exactamente igual al anterior y al siguiente.
Felicidad… ese estado en el que nos mantuvimos casi permanentemente mientras fuimos nómadas, aquí también somos felices, con nuestros viajes, con nuestra “rutina” más o menos, pero no al 100%, hay algo que nos falta, lo positivo es que ahora que ya lo hemos experimentado, ya conocemos el camino a la felicidad.
2. Libertad
Imprescindible y encadenado inevitablemente al primero. Si la felicidad es la conclusión, la libertad es el desencadenante. Y es que ¿quién no ha querido ser libre alguna vez en su vida? Libre de verdad, para hacer y deshacer. Sin ataduras, sin responsabilidades impuestas por la sociedad y por los prejuicios…
Sí, amigos, la verdad es que no somos libres, al menos un gran porcentaje de la sociedad. Todos lo sabemos, pero tendemos a crear una red de complicadas mentiras (que nos autoconvencemos para convertirlas en verdades). ¿Por qué? Porque es más fácil. Nuestro pensamiento viene a ser más o menos este, conversación con uno mismo:
– ¿Soy feliz?
– Hombre, tengo salud, amor, trabajo, amigos, una familia que me quiere… Sí, ¡soy feliz!
– Pero… un momento ¿Qué hay de mis sueños? ¿Disfruto con lo que hago? ¿Estoy completamente realizado?
– Bueno, qué más da… lo importante no es eso, no? Son solo unas horas en las que estoy amargado, tan sólo un peaje que tengo que pagar para disfrutar de mi libertad.
Esta sería la conversación tipo que nos lleva a creer, a ver un espejismo, que nosotros somos completamente felices. El problema lo tenemos cuando nos hemos dado cuenta de que nos estamos engañando, y de que lo hacemos porque hemos escogido el camino fácil de la vida, un camino que nos llevará a la mitad del trayecto, que nos dará alegrías, sí, que nos reconfortará… pero que siempre nos llevará a preguntarnos qué habría ocurrido si hubiéramos escogido el camino que nos podía llevar a la cima.
3. Movimiento
Si los dos primeros motivos son mentales y necesarios para dar ese paso, este tercero es físico, a nosotros el deporte nos cuesta horrores, no tenemos la suficiente convicción para salir cada mañana temprano a hacer running, o ir asiduamente al gimnasio o cada fin de semana hacernos una ruta de senderismo… es así.
Hemos intentado superarlo, pero después de muchas pruebas, siempre acabamos en el mismo sitio, y es que preferimos acabar delante del ordenador explicando a todo el mundo nuestras reflexiones o consejos para viajar, antes que calzarnos unas deportivas…
Lo bueno de viajar indefinidamente es que no dejas de moverte, tu rutina diaria es distinta cada día, así que podríamos decir que no existe, no hay momentos de agotamiento porque la mente está fresca y activa, no hay lugar para no querer estar en movimiento… así que tu cuerpo está activo, te mueves sin darte cuenta, sin cansarte “mentalmente”, y eso es saludable, mucho más que cuando estamos en casa, así que para todos aquellos que piensan que viajar por determinados lugares es peligroso… que reflexionen sobre su rutina, a ver cuál de las dos situaciones es más peligrosa.
4. Aprendizaje
Por supuesto… inevitablemente vamos a aprender, indudablemente esta experiencia nos hace crecer. Y ya no sólo nos referimos a aprender de geografía (que qué placer… y qué fácil es aprender esta materia cuando uno la está pisando), o sobre las diferentes culturas del mundo, las maneras de vivir, los problemas tan distintos, y a veces sorprendentemente tan similares, con los que las gentes tan dispares a nosotros tienen que lidiar.
No, también nos referimos al gran aprendizaje que haces sobre ti mismo… cuando sales de esa zona a la que ahora la gente llama de confort (es decir, de tu rutina, del lugar donde te sientes cómodo porque no hay sorpresas) te das cuenta de que no te conoces. Es un palo, pero así es. Puedes tener una vaga idea de lo que eres, pero ¿sabes qué? que te vas a sorprender…
Te vas a sorprender cuando te des cuenta de que eres más fuerte de lo que nunca hubieses imaginado, cuando comprendas que los límites que te habías establecido son muy fácilmente sobrepasables… que tu paciencia, generosidad y gratitud hacia los demás estaba mal entendida en una sociedad en la que estos valores ya casi no existen, y lo bueno es que los vuelves a aprender, y que todo ello hace que, finalmente, te aprecies más, te guste la persona en la que te has convertido mientras viajabas. Porque al final el tema de viajar es solo la excusa para volver a unos orígenes que no deberíamos haber perdido creando tantas fronteras y tantas diferencias. Sí, eso es algo que nuestra especie ha querido crear, algo absurdo.
No sabemos si te parecerán suficientes motivos para lanzarte a recorrer el mundo, a soltarte de esos grilletes que te están encadenando. Esperamos que, aunque ya supieras todo este discurso, te podamos dar ese empujoncito que te falta, a través de nuestra experiencia.
Y sí, ha llegado la hora de decirte el porqué. ¿Por qué no dejamos de tentarte a tomar esta decisión cuando nosotros estamos de vuelta en casa?
La razón por la que no hemos vuelto a marcharnos
Emprendimiento (en fase de pruebas)
Tiene ambas partes de sencillez y complicación, pero trataremos de explicarlo de la manera más fácil que podamos.
Visto con perspectiva, tomar la decisión de dejarlo todo (otro día hablaremos más a fondo de esta frase que ha perdido el sentido), es lo más fácil. Tú te vas a un mundo nuevo del que no conoces nada, todo es una sorpresa, todo es ilusión y estás sumido en una especie de adrenalina porque has roto esos grilletes que te impedían ser libre.
Estás un tiempo (mínimo unos meses para desintoxicarte) fuera, has encontrado el camino a la felicidad, que en tu caso es viajando, te sientes fuerte, libre y capaz de hacer cualquier cosa, pero (al menos en nuestro caso) tu tiempo sabático se va a terminar, porque así lo decidiste el día que te fuiste, porque así lo prometiste a aquellos brazos que no te querían soltar en el aeropuerto, porque no dejas de recordar esos ojos llorosos que no acaban de comprender tu decisión.
“Ahora ya conocemos cuál es el camino a la felicidad”
Por una serie de factores, internos y externos, te pusiste una fecha de retorno. Y ese, amigos, es el principal problema de tomarte un año sabático (o variantes), que no es suficiente, pero nunca lo será, ni uno ni dos ni tres… La solución es encontrar un equilibrio para sustentarte mientras estás “on the road”, esa es nuestra razón, la que nos impide volver a cargarnos una mochila a hombros, pero no desesperemos, todo se andará… por lo menos ahora conocemos el camino que nos conducirá a la felicidad, a la completa felicidad.
¡Es hora de emprender!
Muy buena entrada chicos!
no suelo leer cosas de este tipo porque me muero de envidia (yo tengo mis propias razones por las que no me lanzo, aunque son bastante personales…), pero esta me apetecía, sobre todo para saber cuál era la razón que os lo impide…
me alegro que sea una razón para volver a poneros en camino. Espero que os salga genial y hagáis el tipo de vida que tanto os gusta! saludos!
Irene
Pues doblemente gracias Irene por anirmarte a leernos! Te comprendo, a mí suele pasarme también por todo lo que te imaginarás, pero sí, una vez uno toma la decisión de qué es lo que quiere, sólo tiene que conseguir el cómo, y yo diría que lo más difícil es lo primero!
Un abrazo y, de nuevo, gracias por leernos 🙂
¡¡Me ha gustado muchísimo esta entrada!! Es un chute de motivación y sobre todo de verdad. Yo desde que descubrí que hay algo más que lo que nos impone la sociedad y que es lo que siempre había buscado, intento buscar mi verdad y mi forma de vivir, que por supuesto será viajando.
Ánimo para lo que os viene que seguro que será bueno, si de verdad quieres algo sólo hay que luchar por ello (casi siempre muchísimo) y ser perseverante, creer en ti mismo.
Seguro que lo conseguis, estaré atenta a vuestros pasos. ¡Un saludo viajeros!
Hola Mirian!
Muchas gracias por tus palabras, nos alegra haber llegado con este mensaje, era lo que pretendíamos, a veces es difícil hacer entender a los demás que lo que quieres no es lo normal, verdad? Incluso a veces es también complicado hacértelo entender a ti mismo 🙂
Como tú dices, lo más importante es el trabajo duro y la confianza en uno mismo y en que lo que quieres merece la pena!
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí!
Chicos me ha encantado. Mi apoyo incondicional. Lo que a uno le hace feliz a otro le parece una locura y así es la vida un dificil camino lleno de inconformismos, y de inseguridades donde la busqueda de la felicidad es la más difícil de las metas. Vosotros , la vuestra, ya la habéis encontrado una vez, entonces ya sabéis donde encontrarña.
XoXo.’
Pilar On Board
Hola Pilar!! Muchas gracias por los ánimos y por pasarte a comentar 🙂 Sí que es bueno saber el camino, desde luego es el primer paso!
Un abrazo guapa!
Como os entiendo! El gran después… Hace unos meses en medio del viaje me entró el agobio de que sería de mí cuando esto acabe… He llegado a la conclusión de que debo disfrutar de cada etapa de la vida, según como se presente. Que hoy es hoy, y mañana ya se verá.
Como vosotros, yo también quiero emprender. Estoy aún buscando en que! Jajaja. Creo que el viaje me dará la respuesta.
Se puede saber en qué proyectos estáis trabajando o es secreto de sumario?
Muy buen artículo!
Un abrazo!
P.D: El negocio no tendrá que ver con todos los jabones que os trajisteis de viaje….? Jajaja 😉
jajajaja me río de lo de los jabones!
Mira Paula, no puedes hacer nada mejor que dejar de pensar en las preocupaciones de la vuelta y disfutar del hoy como tú bien dices, es inevitable darle vueltas pero no solucionarás nada. Cuando vuelvas ya verás, hay soluciones para todos, todas diferentes, lo importante es que te quedes con todo lo que vas a aprender durante el viaje, luego ya se verá cómo lo aplicas!
Lo del emprendimiento, hay muchas ideas flotando, tenemos que centrarnos en las que creamos más válidas, pero en eso andamos, tratando de decidir por dónde tirar, cada día con las ideas algo más claras 🙂 Al final lo que uno necesita para esto es tiempo!
Un abrazo y a seguir disfrutando y aprendiendo!
Me ha gustado mucho esta entrada por su sinceridad y frescuera. La verdad es que todos encontramos siempre razones para dejar la mochila quieta durante un tiempo. Me daba curiosidad cuál era esa razón por la cual os estabais quedando pero también me he leído las razones por las cual volverías a viajar durante largos meses y me encantaron.
Un abrazo
Muchas gracias 🙂 Hay que echar abajo ya esa “maldita” razón impedidora jeje pero sí, tienes razón… a veces pensamos demasiado y deberíamos dejarnos llevar más por las bonitas razones que nos aporta viajar. Gracias por tu comentario, un abrazo!