Girona en sí es una ciudad pequeñita que se puede visitar en un día, a lo sumo en dos si tienes previsto disfrutar con calma de la capital de la provincia. Así que una buena opción acerca de donde dormir en Girona es deslocalizarte y alojarte a medio camino de otras posibles visitas que tengas previstas durante tu ruta por esta zona.
Si es este vuestro caso, que queréis disfrutar de un ambiente rural, tranquilo y pacífico, que queréis tener vuestra base a mitad de camino entre varios puntos de vuestra ruta, os recomendamos que os planteéis seriamente visitar La Calma de Rita.
Dónde dormir en Girona: La Calma de Rita
Se trata de una antigua masía, antigua de verdad ya que la casa está datada de hace más de 700 años, aunque antigua sólo en sus documentos y en la estructura porque el interior es realmente encantador, conserva ese paso del tiempo solo visualmente, lo justo para que sientas que efectivamente aquí sucedieron historias feudales. Sin embargo, en seguida te das cuenta de que cada detalle está dispuesto cuidadosamente para que tu estancia sea como un sueño y que cada mañana al despertar tengas que recordar que sigues en el S. XXI.
La Calma de Rita es un lugar donde perderte, donde desconectar, donde mimarte, donde suspirar cuando abres la pequeña puertecita de lo que parece un cuadro y encuentras un beso, o donde tararear con una música que te has sacado de la chistera la letra de lo que podría ser una canción escrita en las paredes de tu ducha. En La Calma de Rita el tiempo se detiene y te lo recuerdan las paredes, y es que al descubrir que los muros esconden reflexiones, frases bonitas o dibujos inspiradores no dejarás de mirar cada rincón para descubrir una nueva idea sobre la que pensar, o una nueva letra para tu improvisada melodía.
Ubicación
En un auténtico pueblo medieval, Vilert, de tan sólo 50 habitantes, ubicado en un entorno tranquilo y cuidado, con un paseo bucólico al lado del río, en el que incluso puedes ver nutrias si vas a la hora adecuada.
A medio camino de Figueres y Girona, y muy cerca de la ciudad de Banyoles. La ubicación es la ideal si quieres hacer una ruta de unos días por la zona. Además los caminos por las carreteras secundarias invitan a soñar con el paisaje de campos verdes y amarillos, según la época, a atravesar pequeños bosques en los que de repelente la sombra te acoge para volverte a sacar de nuevo a la cálida luz del sol.
Habitaciones y Salas Comunes
Dispone de 6 habitaciones, cada una es distinta, cada una cuenta una historia. Se trata de una antigua masía, por lo que la disposición de las habitaciones y salas comunes no es nada común, es un alojamiento con muchísima personalidad.
En días de sol y calor, el patio y porche de fuera harán las delicias de cualquiera que se aloje aquí, por las noches con un Gintonic y una buena conversación, el recuerdo generado será de aquellos para no olvidar. En invierno, por otro lado, al lado de la chimenea acurrucado a tu pareja, el tiempo desaparecerá.
Las habitaciones son muy bonitas, la decoración está cuidada al detalle, a los Instagramers no les quedará más remedio que comprar una tarjeta extra de memoria.
A la hora del desayuno podrás escoger entre reafirmar que los productos de la zona son los mejores, principalmente hablamos de los embutidos. Y también entre un surtido de dulces muy tentadores, si tienes algún tipo de intolerancia coméntalo y te prepararán algo especial.
Déjate llevar por La Calma de Rita, por su anfitriona Montse, por la amabilidad de la gente, por el olor a flores silvestres, por el ruido del viento, y nada más, por la calidez de la chimenea, por el frescor de las cortinas bailando mientras la brisa las columpia, por el crujir de las piedras de más de 700 años de edad, por el recuerdo de las miradas que han encontrado aquí que el tiempo se detuvo un instante y que ese instante perduró para siempre.
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Aventurera y curiosa incansable. Amo la escritura y siempre sueño con el próximo viaje. En mis posts te llevo a mis destinos favoritos para inspirarte y facilitarte tu viaje
